Acerca de la brecha digital...
Antes de empezar a cuestionarnos los posibles problemas o soluciones que puede conllevar la brecha digital, es necesario que definamos este concepto como una distinción entre aquellos que pueden usar las nuevas tecnologías digitales, y aquellos que no disponen de ellas.
Esta desigualdad social sobre la brecha digital tiene que ver con un problema sociopolítico y económico que afecta a aquellos países del tercer mundo con una escasez de recursos, o cuyas condiciones socioeconómicas no son favorables. Sin embargo, no podemos centrarnos únicamente en que sea una falta de recursos, sino que también tiene que ver con la incapacidad de utilizar estos medios digitales.
En primer lugar, la población en algunos países se enfrenta a problemas que perjudican sus necesidades vitales, como pueden ser la falta de comida, la poca educación, los problemas de salud, la inseguridad ciudadana... Y por ello, la prioridad en resolver estos problemas es más importante que las ventajas de la nueva era de la sociedad de la información, ya que se están tocando aspectos humanos que son prioritarios. En cuanto a asuntos como la educación, es vital que todo ser humano tenga una educación digna y favorable para el desarrollo, el crecimiento y el aprendizaje, además de que esto puede ayudar a la integridad de la persona en la nueva era tecnológica.
En segundo lugar, algunas personas son incapaces de acostumbrarse a estos cambios tecnológicos que estamos viviendo en la actualidad, como son los usuarios con una edad avanzada, pues tienen acceso a la red y a los dispositivos electrónicos, pero siguen manteniéndose al margen de esta sociedad digital, con lo que esto conlleva a que haya un cierto aislamiento social y una reducción de la autoestima. No debe existir ningún impedimento ni tampoco barreras hacia estos usuarios, puesto que se debe entender que han vivido en otra época en la que no se conocía ni había ningún dispositivo digital. Por un lado, es recomendable que esto sea un impulso para ayudar a que estas personas no se sientan marginadas ni excluidas, pues esto facilita a que haya una conexión de relaciones y contacto con su entorno cercano, independientemente de la capacidad de movilidad del individuo o la situación en la que se encuentre. Por otro lado, se debe tener en cuenta que cada individuo presenta un aprendizaje y unos hábitos de trabajo diferentes, por lo que es importante conocer las diferencias individuales para una posterior formación.
En relación con lo anterior, otro tema interesante que tiene que ver con la brecha digital es la participación desigual, pues existen usuarios que participan activamente en las comunidades online y en las redes sociales, y otros que prefieren mantenerse en segundo plano. Esto puede considerarse otra desigualdad más, debido a la falta de iniciativa o a la incapacidad o destreza para participar y contribuir en crear contenido online.
A modo de conclusión, el acceso a las nuevas tecnologías de la información es un problema global que afecta tanto a países desarrollados como a los países en vías de desarrollo, debido a factores importantes como una insuficiente educación y un déficit en el desarrollo de la economía. Es necesario contribuir a que la sociedad conviva y comparta para adoptar un compromiso social-económico, contribuyendo al fortalecimiento global de la Era tecnológica.
Barroso Osuna, Julio; Cabero Almenara, Julio; et al. Las personas mayores y las nuevas tecnologías: una acción en la sociedad de la información. [En línea] Disponible en: https://uom.uib.cat/digitalAssets/255/255998_perales3.pdf
Rodella, Francesco (2018). Las dos caras de la irrupción tecnológica en la vida de los mayores. [En línea] Disponible en: https://elpais.com/tecnologia/2018/11/22/actualidad/1542887997_567254.html
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